martes, 11 de febrero de 2014

ALGO MÁS...

Llevo varios días recordando los tiempos de niña en los que mi vientre ligeramente redondeado y sobresaliente era signo de salud y belleza para los que me rodeaban, para mi no significaba nada, la forma de aquella parte de mi cuerpo o de cualquier otra me era indiferente... yo era, sencillamente era... feliz. Jugaba y divagaba con los niños de mi edad sin cuestionarme cosas sobre la belleza masculina o femenina ni pensaba si yo reunía los requisitos. Cierto que poseía una bella melena color caoba y unos ojos redondos, grandes y expresivos... pero nadie hacía mención a nada más acerca de mí. Pasando el tiempo, me acercaba a la adolescencia y con 13 años me diagnosticaron una DM, siendo ya moza desde los 11 años, poseía un cuerpo bastante desarrollado para una niña de mi edad. Los senos eran generosos, aunque aún no poseía curvas de muchacha... mi peso, no era el ideal, pero tampoco poseía sobrepeso, estaba, como decían las iaias de antaño, algo rellenita.

Al descubrirme la DM siendo la enfermedad que llevó a mi padre a la tumba, tuve muchísimo miedo pero no pasaba nada... pronto la acepté y conviví con ella pero los médicos pensaron que al ser una niña grandota, debía comer bastante... me propiciaron una dieta de casi 3000 calorías, para que encima de mi desgracia no pasara hambre, cosa la cual hizo que mi cuerpo se fuese hinchando más y más... En cuestión de un año llegué a alcanzar los 70 kg. un peso desmesurado para mi 155 cm de entonces. Pedí y supliqué alguna forma para bajar de peso, ahí empezaron mis complejos...pero nadie me ayudaba, me decían que poco a poco con el cambio de cuerpo de niña a mujer adelgazaría, solo se limitaron a ajustar mi dieta y me dejaron. Con el paso del tiempo, aprendí a controlar mi medicación a mi antojo y fue cuando surgieron mis mejores amigas "Ana", al principio, pero cuando era imposible no comer pues estaba mi madre cerca, recurría a Mia... nunca permití que mi glucemia bajara, pero mi peso descendió rápidamente  y nadie sospechaba de las tácticas que empleaba. Comía poco y si lo comía siempre sin sal ni aceite... baje de 70 a 59 y me dijeron que ya estaba bien, 58, 57, 55, 53, 50.... 46. Me veía magnífica, pero el médico me dijo que mis análisis salían muy flojos que padecía de anemia y que tenía que engordar... al principio lloré pero mi madre me dijo que si no era capaz de engordar 5 kg como mínimo empezaría a pensar que tenía un problema más grave del que pensaba... así que entre llantos y más llantos me tocó abandonar a mis mejores amigas y recuperar 5 asquerosos kg de grasa, que trajeron consigo 5 kg más y otros 5 más... Me estabilicé en unos 60 que todo el mundo celebraba como qu e estaba muy hermosa... qué iban a decir ellos?? Pero cada vez estaba más triste... mi madre me controlaba con rigidez mi peso para que no disminuyese de 58, ya que había crecido 5 cm y le dijeron que era el peso que yo debía tener... por suerte pasó el tiempo, la tensión se relajó y hoy retomo mis objetivos de recuperar mis 48 o 45 según me vea... Hace mucho que no me peso... pero próximamente lo haré. Estaba en 51... Aunque creo que bajé... mis análisis salieron excelentes, así que no creo que tenga problemas... compré unos pantalones de la talla que gastaba y casi me vienen buenos... espero lucir bien en ellos durante el verano...

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