viernes, 20 de diciembre de 2013

Nadie dijo que ser princesa fuera fácil...

Me siento como una calculadora andante, calculo calorías a diestro y siniestro... me asquea cuando se sientan frente a mi obligándome a tragar; se acerca mi temido 24... para ese día a la noche no hay solución, y encima es por la noche... 6 pares de ojos observando que hago con la comida y cuanta ingiero... y dos pares más curioseando por doquier escrutando si hago algo raro (es normal, son niños y curiosean todo.). No puedo mostrar que vuelvo a las andadas si no me cortaran las alas y mi libertad, intento no autolesionarme más porque sino sospecharían demasiado... bajar de peso es posible que suceda pero si va acompañado de sangre, obviamente me pillarán... antaño tuve que ceder porque casi me descubren, pero esta vez... me siento demasiado mal, ocultaré esta obsesión a cualquier precio. Fije mi fecha de pesarme para el 24, a ver si el haber bajado de peso me da una alegría para dar tregua a mi cuerpo... ¿Pero y si no lo consigo? Semejante atracón será insufrible... intentaré reducir las ingestas, algo podré hacer y a algo me podré negar...Al menos a los dulces... tengo un regalo para poder negarme a ellos. En fin, día 26 me apunté a una carrera para compensar la comilona del 24... el 25, podré decir que estoy demasiado llena por comer cosas tan pesadas por la noche y se me excusará. El resto de días me salvará mi trabajo.... Todo sea por el camino a la perfección...

No hay comentarios:

Publicar un comentario